Tengo 30 años y la única mujer con la que puedo hablar sin sentirme nerviosa es mi sobrina, una chica de secundaria con la que tengo una relación cercana, como si fuera mi familia. Mi sobrina, que quiere ser más madura que sus compañeras de clase, miente y dice: "¡Estoy teniendo sexo todo el tiempo!". ¡Y usa mi polla para alardear de su súper mamada "autoproclamada"!