Secretamente apliqué un afrodisíaco a la silla de una bicicleta de niña de secundaria pura estacada en el estacionamiento de bicicletas, y mientras montaba mi bicicleta, hice una mancha de ahegao en mis bragas, y sin nadie más comencé a verla, frotando mi entrepierna contra la silla de montar y comencé a calentarse!